La ambientación y decoración de un restaurante son esenciales para trasladar a los comensales a una experiencia gastronómica única. La carta, la comida, la cubertería y vajillas, la música y el entorno deben ser parte de un todo. El estilo industrial ha sido una tendencia muy recurrente de disño ya que consigue crear ambientes interesantes y diferentes, llenos de información y recursos. Se trata de conformar un todo, donde rebosan los detalles pero ninguno es protagonista en particular.
El estilo industrial encuentra equilibrio y combina muy bien con otros estilos más limpios o contemporáneos. Este recurso es muy utilizado cuando se quiere conseguir un lugar que no deje de lado la calidez y el color. En este restaurante, se apuesta por unas líneas más suaves, sin dejar de lado la mezcla de materiales: el pavimento de hormigón, que sube para formar incluso una barra alta, acoge el resto de mobiliario combinado en madera y colores. Las bombillas se descuelgan del techo generando ese caos controlado, propio de esta estética.
Maravilloso estilo industrial, ya sabes, de cuando entras en un local, en una casa, en una tienda y sus dueños han decidido conservar elementos estructurales y hasta presumir de ellos; cuando las paredes de ladrillo se desnudan y a veces (aquí no sucede, bien es verdad) tuberías, cables y vigas cobran la importancia de obras de arte; cuando madera envejecida, hierro pintado de negro y a veces cerámica, conviven en armonía.
