Para que un restaurante tenga éxito, no sólo es importante el buen servicio o los buenos platos. La decoración juega un papel fundamental para que el cliente se sienta a gusto, en un ambiente cómodo y donde quiera entrar y repetir.
Por tanto, podríamos decir que los tres factores más importantes para que un restaurante tenga éxito son los siguientes: servicio, producto y ambientación.
En el caso de la decoración del local, se deben tener en cuenta ciertos aspectos que se traduzcan en ventajas competitivas frente al resto de establecimientos. Hablamos de cuidar el mínimo detalle pensando en el cliente.
Debemos presentarlo de la forma más atractiva posible, un lugar espacioso, con asientos cómodos, mesas cómodas, luminosidad, colorido…
- Iluminación
Es tan importante como la decoración. Una mala iluminación puede echar a perder todo el esfuerzo empleado en la decoración del establecimiento. Si nuestro público es joven y dinámico, los colores serán más claros y habrá más luminosidad. Si está enfocado a cenas más íntimas, la iluminación también irá acorde con ello.
- Espacio
Dejar las mesas demasiado juntas puede suponer que el cliente no se sienta cómodo. Por ello, hay que tener este factor muy en cuenta para que además el servicio pueda moverse bien por el local.
- Personalidad
El diseño del restaurante transmitirá su personalidad. Si es un restaurante solidario, como en nuestro caso, debe transmitir esos valores.
- Mobiliario
Cuidar el mobiliario para que el cliente se sienta cómodo es un factor fundamental. Invertir un poco más en ello, será muy beneficioso para la imagen que tengan los clientes.
La clave está en combinarlo todo y encontrar la esencia del propio restaurante, una esencia que solo se pueda encontrar en el mismo.
Otros detalles importantes que a veces pasan desapercibido son la vajilla, la música de ambientación, el diseño del mobiliario y la coherencia entre todos ellos. El fin siempre será generar una experiencia positiva en el cliente que le invite a repetir.
Aquí os mostramos algunas imágenes de La Vida es Bella. Un restaurante cómodo, amplio, luminoso y lleno de energía positiva y solidaria.